Danceforce, mi segunda casa, no existen las palabras suficientes para describir lo que Danceforce significa para mí, si me estuvieran viendo, sabrían cómo se me ilumina la cara cada vez que hablo de este proyecto. 

Definitivamente, una de los mejores decisiones que he tomado en mi vida. Trabajar con personas que me enseñan tanto, caminar por los pasillos y ver a nuestros alumnos y alumnas disfrutar cada clase y bailar con el corazón. Automáticamente, contagian una felicidad instantánea. Es increíble verlos crecer física y emocionalmente. Ver sus caras al llegar a Danceforce, la energía que se siente cuando cruzas la puerta, la buena vibra de todos y cada uno de los que forma parte. Estoy segura que todos los que han tenido la oportunidad de ser parte, saben a qué me refiero.

Gracias Danceforce, por ser mi segunda familia para toda la vida.